La portada de Santo Domingo, enmarcada en una sobria fachada triangular, te invitará a entrar en la iglesia y, capilla a capilla te fascinará la evolución del arte con el paso de los siglos.
Así que siéntate cómodamente y disfruta. Simplemente querrás venir a Soria sólo para poder conocer la iglesia de Santo Domingo.
PORTADA:

La portada se sitúa en medio de ambas hileras de arcos y se compone de dos pilastras geométricas a cada lado de la puerta, que sostienen cinco columnas capiteladas; intercalándose con otras tres de cabeza triangular1 y enlazándose todo por un tímpano2 apoyado sobre jambas con dos columnitas adosadas en su parte interna y cuatro arquivoltas de medio punto sujetas por columnas enlazadas a su vez a modo de corona por una cornisa con tres ménsulas entre canecillos decorados con vegetales flanqueada por dos estatuas sedentes. Y todo ello, trasdosado por una moldura decorada con hojas.
CAPITELES HISTORIADOS:
1Estos capiteles describen una parte del testamento Antiguo: el Génesis.

Puedes ver cómo Dios crea el cielo y la tierra; los astros, los peces, las aves y los animales; a Adán y a Eva; la tentación de la serpiente; la pena de saber que han pecado y su expulsión del Paraíso. Poco nos duró a los hombres la buena vida.

Verás a Adán y Eva trabajando; a sus hijos, Abel y Caín ofreciendo al Señor sus dones del campo; cómo Abel es asesinado por Caín; quien atormentado por lo que hizo vaga errante por el mundo; siendo, al final, también asesinado. Y después de tanto tiempo, la historia se repite día tras día.
Sobre los capiteles, un cimacio profusamente decorado con aves, hombres, animales y monstruos enredados entre zarzas.
TÍMPANO DE LA PORTADA DE SANTO DOMINGO:

2El tímpano, armoniosamente tallado, comprende una gran mandorla almendrada decorada con óvalos. Dentro de la mandorla se representa a Dios Padre sentado bendiciendo con dos dedos de la mano derecha y sujetando con la izquierda a Dios Hijo, sentado sobre sus rodillas.
Alrededor de la mandorla se encuentra el tetramorfos; los cuatro evangelistas caracterizados como ángeles.
A la izquierda de los ángeles, adaptándose al espacio de la piedra, una figura masculina con nimbo podría tratarse de San José, y a la derecha, una figura femenina con corona que puede ser la virgen María. No tienen ningún elemento distintivo que nos ayude a identificarlos, por lo que podría conferir un sentido paternalista a Dios esculpiendo a los padres de su Hijo a su lado.
ARQUIVOLTAS DE LA PORTADA DE SANTO DOMINGO:
Sobre el tímpano corren las cuatro arquivoltas que configuran la portada.

Toda una obra maestra.
PRIMERA ARQUIVOLTA:
Dedicada a los 24 ancianos del apocalipsis.
Están alojados por parejas en las dovelas, todos muestran una actitud gozosa y cada uno toca un instrumento.
Es la arquivolta que más detalles moriscos posee: los peinados, las barbas trenzadas, e incluso muchos de los instrumentos musicales.
Si te fijas bien, verás que no hay ninguno igual a otro.
En medio de la arquivolta, en la clave, hay un ángel con las alas desplegadas.

SEGUNDA ARQUIVOLTA:
Narra la matanza de los Inocentes:
La clave está ocupada por Dios rodeado de dos ángeles quienes sostienen en sus brazos dos cabezas de niños, que representan las almas de los Inocentes prestas a ser acogidas en el Cielo.
A la izquierda de la clave, Herodes está atento a los consejos del demonio, en figura de alada alimaña, y presto a ejecutar órdenes hay un guerrero empuñando espada y escudo.
El resto de las dovelas son una auténtica masacre de niños que corren a los brazos de sus madres huyendo de los soldados.

TERCERA ARQUIVOLTA:
Resume la infancia de Jesús:
Todas las escenas están talladas bajo pequeños arcos de medio punto dando a entender que se desarrollan en interiores, salvo dos: La anunciación a los pastores y La Huida a Egipto.
Seguro que no vas a tener ningún problema para identificarlas.
La clave está ocupada por la Mano de Dios, bendiciendo como sumo hacedor la cruz bizantina que surge del agua.

CUARTA ARQUIVOLTA:
Cuenta la Pasión de Cristo:
De izquierda a derecha puedes ver cómo Cristo es besado por Judas; crucificado, junto a la Virgen y San Juan, sosteniendo un libro en las manos; enterrado, y cómo un ángel sujeta la tapa del sepulcro y resucitado. La última dovela representa el “noli me tangere”.
Acompañando a Cristo aparecen personajes fundamentales; soldados, apóstoles, ángeles y no debes olvidarte de María Magdalena, que reconoció a Cristo y éste la rechazó pidiéndole que le dejara seguir.

LAS DOS ESCULTURAS SEDENTES DE LA PORTADA DE SANTO DOMINGO:
Se encuentran justo encima de la portada, bajo la cornisa, a ambos lados.
Están muy deterioradas.
La figura de la izquierda está bajo un arco de herradura decorado con tres arquillos ciegos de medio punto y otros dos más pequeños. Se trata de una figura sentada y barbada.
La figura de la derecha está bajo un arco de medio punto decorado con una doble hilera de arquillos en la parte superior. Está tan dañada que lo único que se aprecia es una figura sedente.


Al no tener clara su compostura, ha dado lugar a diversas especulaciones. Unos piensas que son San Pedro y San Pablo, como fundamentos de la Iglesia. Otros, que bien podrían ser Moisés y San Pedro, y los hay que también opinan que se trata de las efigies de Alfonso VIII y su mujer, la reina doña Leonor.
Cualquiera de las teorías es válida, pero personalmente me inclino porque estas dos estatuas correspondan a los reyes Alfonso VIII y doña Leonor de Plantagenet, ya que, si fueron ellos los artífices de su construcción, querrían evidenciar su mecenazgo.
AGRADECIMIENTOS:
Mi más sincero agradecimiento a don Amalio de Marichalar y Bruguera, conde de Ripalda, por haber escrito este libro: “Iglesia Románica de Santo Domingo. Antigua iglesia de Santo Tomé”.
Todo aquello que va en cursiva y no alude a ningún escritor concreto, procede de las páginas de dicho libro.
Me parece indispensable para poder visitar la iglesia de Santo Domingo y conocerla en todo su esplendor.
Da gusto acudir con él en la mano para no perder detalle y comprender la interpretación que la gente del Medievo hacía de sus alegorías escultóricas.
Por otra parte, me ha sorprendido muy gratamente descubrir que los Doce Linajes no se pierden en el tiempo, sino que sus descendientes llevan con orgullo el apellido de una parte de la historia soriana, como es el caso del Linaje de Los Chancilleres, cuyo recuerdo descansa ahora en la familia de Marichalar.
Desde este humilde blog les animo a volver a editar el libro para que todo turista que desee conocer un poquito mejor la iglesia de San Domingo y la misma historia de la ciudad de Soria, puedan hacerlo a través de sus páginas.