La historia de la ermita de San Saturio es tan particular, que bien merece la pena que la conozcas. Pues, aunque esta ermita se yergue impertérrita ante el paso del tiempo, tan sólo contemplas tres siglos de singular belleza.

HISTORIA DE LA ERMITA DURANTE EL SIGLO XVII:
Para poder conocer la historia de la ermita de San Saturio desde el principio, hay que remontarse a la segunda mitad del siglo XVII. Es en esa época cuando se empezó a hablar de la construcción de un nuevo templo para albergar las reliquias de San Saturio. Aquella ermita de San Miguel de la Peña pobre, humilde, sin rentas y con escasísimo censo de parroquianos de mediados del siglo XII, empezaba a desmoronarse. Y aunque durante cinco siglos fue mantenida y reparada, ya no se pudo hacer más por ella y urgía una nueva construcción.
Por ese motivo, en 1648 vecinos y devotos de la ciudad de Soria pidieron al Ayuntamiento que trasladaran el nuevo templo a un lugar más cercano. ¿Por qué no la capilla del monasterio de San Polo?

Como todos estaban de acuerdo, el 27 de abril del año siguiente, Don Fernando de Vega y Acuña, propietario de las huertas de San Polo, cede parte de esos terrenos en favor de la Iglesia colegial de Soria para la construcción de una ermita para San Saturio y pasar procesionalmente. Y quince días más tarde, el 10 de mayo, el Obispo de Osma, don Antonio Valdés, expide una carta autorizando el traslado de las reliquias a la iglesia de San Polo.
Pero… el Cabildo Colegial no lo vio tan claro a última hora y el proyecto se paralizó.
Soria tuvo que esperar a 1699 para que comenzara finalmente la construcción de la actual ermita a San Saturio.
HISTORIA DE LA ERMITA DURANTE EL SIGLO XVIII:
Cinco años tardaron en derruir el arruinado templo y levantar la actual ermita de San Saturio.
El Cabildo de San Pedro y el Concejo de Soria aprueban el proyecto de Pedro de Ajín y Julián Izaguirre se compromete a construirla bajo la dirección de Juan Antonio Zapata, quien tenía programada la decoración del interior y procuraba adecuar la realización de la obra de albañilería a sus exigencias artísticas.
Decidieron mantener la escalera del portugués, que da acceso al templo por el exterior de la montaña, y construyeron una escalera interior para enlazar las bocas de las cuevas con el templo.
Finalmente, y una vez levantado el templo, don Juan Leonardo Hurtado de Mendoza se encarga de la construcción de los edificios anexos; las salas capitulares y las viviendas del santero y el capellán.
A finales de 1704 ya estaba terminada y solemnemente bendecida por el Deán de Soria, don Mateo Pérez Martín, con mandato de don Luis Sánchez Duro de Velasco, Provisor y Vicario General de la diócesis, siendo Obispo de Osma Fray Sebastián de Arévalo y Torres y Corregidor de la ciudad don Diego de Cosío y Bustamante.
Como ves, la historia de la ermita de San Saturio podía haber tenido otro final, igual que el monasterio de San Polo.
SAN SATURIO ES CANONIZADO POR FIN:
Aquel magnífico ensamble entre arquitectura y entorno natural debió de causar un gran impacto visual, pues durante todo el siglo XVIII se suceden actos y motivos que demuestran el fervor que el pueblo tenía a San Saturio.
Hay que decir que la canonización de San Saturio ayudó mucho a mantener el fervor. Por fin, el 31 de agosto de 1743, el Papa Benedicto XIV decreta la concesión a la ciudad de Soria el patronazgo y el carácter de fiesta en el día de San Saturio.
Desde la construcción de la ermita hasta lograr que la Sede Apostólica colocara a San Saturio en el catálogo de los santos, el clero, las autoridades y los fieles multiplicaron esfuerzos para demostrar que San Saturio era digno de culto y patronazgo.
De hecho, numerosos personajes importantes de la época aportaron su interés y sus influencias a la ingente información y datos que Roma solicitaba para santificar a San Saturio. Incluso el mismo rey, Felipe V, se avino a solicitar el culto y patronazgo de San Saturio.
CONSTANTES OFRENDAS Y DONATIVOS:
Así de importante continúa la historia de esta ermita ya que, por si no fuera suficiente, la ermita recibía tal cantidad de limosnas de fieles y devotos que, don Pedro de la Cuadra, obispo de Osma por aquel entonces, ordena abrir un libro de cuentas para consignarlas.
Además, Don Tomás Ortiz de la Torre manda hacer, para donarlo, el relicario de plata con forma de calavera para la Santa Cabeza tal como hoy se venera.
Los estudiantes de Soria regalaron un estandarte para salir en las procesiones, que se conserva en el museo de la Concatedral. Tiene dibujada una vista panorámica desde el castillo.
Y cientos de exvotos de los fieles fueron cubriendo, durante años, las paredes de la sacristía-camarín.
HISTORIA DE LA ERMITA DURANTE EL SIGLO XIX:
La Guerra de la Independencia contra Napoleón inició un siglo donde se sucedieron las guerras, los levantamientos y las revueltas. Reyes y Reinas, Regentes, Absolutistas, Liberales, Revolucionarios, Militares, y Republicanos fueron incapaces de resolver, con cierta gloria, las tres guerras civiles que conocemos como las Guerras Carlistas. E internacionalmente no fue menos desastroso. Con la Guerra de Cuba y la Guerra hispano-estadounidense, España perdió definitivamente todas sus colonias de ultramar.
Aunque no todo fueron acontecimientos bélicos. Entre guerra y guerra les dieron tiempo a promulgar cinco Constituciones y a fundar los dos primeros partidos políticos.
EL FERVOR A SAN SATURIO NO SE DEBILITÓ:
Afortunadamente, todo esto no amedrentó a los sorianos ni devotos. Por el contrario, durante este siglo se llevó a cabo una importante reparación en la ermita. Y el enaltecimiento de la historia de la ermita de San Saturio se mantiene en auge durante todo el siglo XIX.
Don Wenceslao Serrano consiguió que se volviera a construir una nueva imagen-relicario de San Saturio, perdida o robada durante la “francesada”.
Don Joaquín Iglesias encargó a Rafael Quiles, discípulo de Benlliure, la teca que preside la sala del Cabildo de los Heros.
Las hermanas Peña regalaron un suntuoso capillo procesional de Los Doce Linajes que luce, en las festividades más solemnes, la imagen venerada en la concatedral.
Y los numerosos exvotos siguieron demostrando la devoción y amor al glorioso San Saturio.

HISTORIA DE LA ERMITA DURANTE EL SIGLO XX:
Belicismos aparte, que también los hubo y muy graves, el siglo XX no ha sido muy diferente. La fama de la ermita de San Saturio sigue en aumento y su historia se mantiene muy viva.
Las visitas al Santo han sido constantes por sorianos y visitantes. Escritores de la talla de Antonio Machado y Gerardo Diego han dejado una huella inmortal de este tramo del río Duero tan famoso ya.
NUEVAS MEJORAS:
El camino a San Saturio cobra protagonismo. A principios de siglo, el Cabildo de la todavía Colegial de San Pedro, mandó embellecerlo con un sencillo Vía-Crucis de piedra. Y en 1943 un industrial soriano, que prefirió mantenerse en el anonimato, corrió con todos los gastos de su asfaltado, como muestra de devoción a San Saturio. Quién sabe si se trata de Gonzalo Ruiz, cuyo edificio más emblemático va a ser derribado en los próximos días….

A mitad de siglo, en 1943, y con motivo del segundo centenario del decreto Pontificio, se llevaron a cabo importantes obras de mejora: Verjas a la entrada de las cuevas, reconstrucción en piedra de gran parte de la escalinata interior, sustitución de los tejados, acondicionamiento de las dependencias destinadas a vivienda del santero, iluminación interior y exterior…
Las reliquias del Santo fueron colocadas en una arqueta debajo de su imagen, en el altar mayor del Santuario.
Y, por último, las pinturas de Juan Antonio Zapata fueron restauradas entre 1976 y 1978.
HISTORIA DE LA ERMITA DURANTE EL SIGLO XXI:
¿Y qué le depara el siglo XXI a la ermita de San Saturio?
Pues, para empezar, una larga vida.
A principios de siglo reemplazaron el tejado para solucionar las goteras que hacían peligrar los murales de Juan Antonio Zapata.
El 29 de julio de 2021, el Consejo de gobierno de la Junta aprueba declarar a la Ermita de San Saturio como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento.
Por fin, después de más de 40 años, la Junta de Castilla y León resuelve aquel expediente incoado en 1979.
En breve volverán a restaurar las pinturas de la ermita.
Y… ¿si se les ocurriera construir una rampa para que las personas con dificultades de movilidad pudieran llegar al templo?
Quién se lo iba a decir a aquella ermita pobre, humilde, sin rentas y con escasísimo censo de parroquianos, a la que acudía la población a venerar un cuerpo santo situada a orillas del río Duero.
Sin duda, la historia de la ermita de San Saturio continuará llenando páginas durante este siglo.
AGRADECIMIENTOS:

Para poder elaborar este post, me he basado en el libro “San Saturio. Patrón de Soria. Historia y arte”. Escrito por Carmelo Jiménez Gonzalo.
Todos los textos que veas en cursiva pertenecen a dicho libro.
Se trata de un libro muy sencillo. Desde mi punto de vista muy bien estructurado, de vocabulario culto a la par que natural, y de lectura armoniosa, familiar e íntima.
La lectura de este libro invita a dar un apacible paseo por las márgenes del río Duero hasta llegar a la ermita. Sin prisas. Embriagando tus sentidos con la belleza natural de un entorno digno de guardar en tu memoria para siempre.