Antigua ermita de San Saturio

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Ermita de San Saturio vista desde el camino de San Saturio.
Ermita de san Saturio vista desde el camino de San Saturio

La antigua ermita de San Saturio, San Miguel de la Peña, no es la que nos observa actualmente impertérrita sobre la roca. ¿Acaso se construyó esta nueva ermita con motivo de su inclusión en el santoral católico, el 31 de agosto de 1743?

ERMITA DE SAN MIGUEL DE LA PEÑA, ANTIGUA ERMITA DE SAN SATURIO:

Antes de que levantaran esta fantástica construcción ya existía en el mismo lugar otra ermita. La ermita de San Miguel de la Peña.

Las primeras noticias que tenemos de esta ermita son de mediados del siglo XII. Don Juan, siendo obispo de la Diócesis de Osma por aquel entonces, eleva la iglesia de San Pedro a preeminencia de Colegial. Y de esta manera, nuestra actual Concatedral se hizo responsable de los 38 templos parroquiales y de las 40 ermitas que había en la ciudad y sus términos. Por tanto, también de la ermita de San Miguel de la Peña, situada a orillas del río Duero extramuros de la Ciudad. Era una ermita pobre, humilde, sin rentas y con escasísimo censo de parroquianos, pero a ella acudía la población a venerar un cuerpo santo. Ese cuerpo era nuestro ermitaño Saturio.

Y durante siglos se celebraron en ella los cultos extraordinarios del Cabildo con motivo del cuerpo santo y, con gran concurrencia y devoción de los fieles.

EL SIGLO XVI, ETAPA DECISIVA PARA LA ANTIGUA ERMITA DE SAN SATURIO:

Una etapa muy importante para la ermita de San Miguel de la Peña fue el siglo XVI.

OFICIO DE SANTERO:

Primero porque la antigua ermita de San Saturio obligó a crear un nuevo oficio dada la creciente devoción que se tenía al santo. El primer santero del que se tiene noticia escrita en la ermita de San Miguel de la Peña se llamaba Pedro Navarro. En 1526 fue nombrado santero por los Señores Deán, Chantre y Prior de la Colegial de San Pedro para pedir limosnas en la ciudad y sus tierras a favor de la Iglesia y del santo. El oficio de santero ha perdurado también en la nueva ermita a San Saturio hasta finales del siglo XX.

IMPORTANTE RESTAURACIÓN:

Entrada a la cueva y templo de San Saturio
Entrada a la cueva y al templo de San Saturio

Segundo porque en 1553 se lleva a cabo una importante reparación de la antigua ermita de San Saturio. Pero no voy a ser yo quien te cuente en qué consistió. Es mejor que lo sepas de la mano de Ambrosio de Morales, quien en 1557 la describe de la siguiente manera: “En mitad del gran recuesto de la Peña se ve agora la cueva del santo ermitaño Saturio arto grande. Está cerrada con puerta y es tenida en mucha veneración por haber sido morada de los dos santos; en la cumbre está la ermita de San Miguel llamada de la Peña y suben allá, desde la cueva, cuasi por escalones. Allí está el cuerpo de San Saturio, en capilla capitular cavada en la peña y cerrada con reja de hierro”.

LA ESCALERA EXTERIOR:

También en este año se llevó a cabo la construcción de la escalinata del exterior. Por ella todavía puedes acceder al templo sin entrar en la roca. Se conoce como “la escalinata del portugués” porque se cree que un lanero lusitano que tuvo un gran éxito en sus negocios de exportación de lanas se la encargó al cantero Bentimilla. Ya ves, una donación para agradecer al santo su próspera vida.

Sin embargo, este mecenazgo no aparece en la intervención de la escalinata y probablemente su ayuda económica fuera destinada a obras del camino, plazoleta o reparaciones en el mismo templo.

SAN SATURIO PUESTO EN DUDA:

Y tercero porque el culto a San Saturio no pudo ser prohibido por la Iglesia. En 1568 el Papa San Pío V publicó la bula “Quod a Nobis” en la que prohibía el rezo del oficio divino que no fuera editado por mandato suyo a no ser que existiera legítima costumbre y por lo menos anterior en 200 años a la publicación de dicha bula.

Afortunadamente, la veneración de aquel cuerpo santo, ya desde la época visigoda, salvó a la antigua ermita del abandono y a San Saturio de ser olvidado. No obstante, tanto los prelados como el Cabildo de San Pedro mantuvieron el rezo a San Saturio promoviéndolo y acrecentándolo entre las gentes para que al Papa no le cupiera duda de que la fe a San Saturio era fuerte y firme.

EL FIN DE LA ERMITA DE SAN MIGUEL DE LA PEÑA, ANTIGUA ERMITA DE SAN SATURIO:

Lamentablemente, a pesar de las constantes reparaciones que se hicieron, la humedad, el frío y el paso de los siglos fueron implacables con ella.

SAN POLO, ¿CUSTODIO DE LAS RELIQUIAS DE SAN SATURIO?

Paseo de San Polo
Paseo de San Polo

Y durante la segunda mitad del siglo XVII se plantearon construir una nueva ermita bajo la advocación, ya, a San Saturio. Así que, ¿por qué no construirla en un lugar más cercano? Ayuntamiento, Iglesia, vecinos y devotos estaban de acuerdo en utilizar el monasterio de San Polo como la nueva y definitiva ubicación de la ermita de San Saturio.

Para ello, se pusieron manos a la obra y en abril de 1649, Fernando de Vega y Acuña, propietario de las huertas de San Polo, cede parte de esos terrenos en favor de la Iglesia Colegial de Soria para la construcción de una ermita para San Saturio y pasar procesionalmente.

Con todo, un mes más tarde, el Cabildo de la Colegial empieza a poner dificultades al traslado y, finalmente, no se construye el nuevo templo en los terrenos de San Polo.

Aunque San Polo sí sirvió como vivienda temporal de las reliquias del santo mientras construían su nuevo templo.

UNA ESTAMPA CAUTIVADORA:

La ermita de San Saturio vista desde el otro lado del río Duero.
La ermita de San Saturio vista desde el otro lado del río Duero

Cinco años tardaron en tirar la antigua ermita, ya arruinada, de San Miguel de la Peña y levantar el actual santuario. Pedro de Ajín se encargó de su construcción bajo la dirección de Juan Antonio Zapata, quien tenía programada la decoración del interior y procuraba adecuar la realización de la obra de albañilería a sus exigencias artísticas.

Afortunadamente, la historia de la antigua ermita de San Saturio no termina aquí. Porque durante la construcción del nuevo templo respetaron el antiguo atrio. Así que ahora, cuando visitas la ermita de San Saturio podrás ver los dos atrios: aquel por el que accedes al templo y el que está situado en el lateral. El que daba acceso a una ermita pobre, humilde, sin rentas y con escasísimo censo de parroquianos, a la que acudía la población a venerar un cuerpo santo.

AGRADECIMIENTOS:

Libro de don Carmelo Jiménez Gonzalo: "San Saturio. Patrón de Soria. Historia y arte".
Libro de don Carmelo Jiménez Gonzalo: “San Saturio. Patrón de Soria. Historia y arte”

Para poder elaborar este post, me he basado en el libro “San Saturio. Patrón de Soria. Historia y arte”. Escrito por Carmelo Jiménez Gonzalo.

Todos los textos que veas en cursiva pertenecen a dicho libro.

Se trata de un libro muy sencillo. Desde mi punto de vista muy bien estructurado, de vocabulario culto a la par que natural, y de lectura armoniosa, familiar e íntima.

La lectura de este libro invita a dar un apacible paseo por las márgenes del río Duero hasta llegar a la ermita. Sin prisas. Embriagando tus sentidos con la belleza natural de un entorno digno de guardar en tu memoria para siempre.

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