Cuando vengas a Soria, aparte de visitar un sinfín de monumentos y parajes, no te puedes ir sin ver la iglesia de Santo Domingo. No sólo su fábrica exterior, sino también su interior está jalonado de bellos detalles históricos que la hacen única.
Esta iglesia, en su momento, se llamaba parroquia de Santo Tomé, pero como quiera que en 1556 se empezó la construcción del convento dominico adosado a la misma iglesia, la gente terminó llamándola iglesia de Santo Domingo. Al final, en 1894 decidieron cambiarla de nombre por el actual, iglesia de Santo Domingo y entregarla, junto con el convento dominico, a las Hermanas Clarisas.
El recuerdo de su primitivo nombre lo podrás leer a la derecha de la puerta, donde grabaron en la piedra “Parroquia de Santo Tomé”.
DÓNDE ESTÁ LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO:
La iglesia de Santo Domingo se encuentra en Soria, en la plaza Condes de Lérida.
Lo ideal es acceder a ella andando, porque aparcar el coche es harto complicado, ya sea por la zona azul ya sea por encontrarse en un sitio inmediato a la zona peatonal de la ciudad.
Antes de que el General Durán derribara la muralla de Soria para evitar ser sitiados por los franceses, ésta era la última iglesia intramuros de la ciudad hacia el oeste.
Una pequeña placa marcada en el suelo, al otro lado de la carretera principal, dirección a la calle Las Casas, te recordará que allí estaba edificada la muralla y daba a una de sus principales puertas: la puerta del Rosario.
Esta parte de la muralla, que continuaba por la calle Aduana Vieja, era protegida de los ataques y continuos intentos de invadir la ciudad por la familia de Los Chancilleres, quienes, según Mosquera de Barnuevo, de hallarse arraigados en el barrio y parroquia de San Clemente, en donde todo era suyo, les vino el cambio de nombre.
CÓMO VISITAR LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO:

Cuando vengas a Soria, para poder visitar Santo Domingo, sólo necesitas una cosa: tiempo.
Podría decir que también vas a necesitar una cámara de fotos, y la llevarás, y fotografiarás la iglesia hasta la saciedad, pero… no tendrá nada que ver tu mejor fotografía con lo que vean tus propios ojos.
Haz la prueba y dime que estoy equivocada.
El conjunto de la iglesia de Santo Domingo es genuinamente europeo. Pues a su raíz y solar hispanos va unido el arte castellano, particularmente soriano y el de Allende del Pirineo, a los que se añade un revestimiento de motivos ornamentales del más primitivo y puro románico italiano, impregnado a su vez del arte de Bizancio.
Estarás de acuerdo si te digo que la portada de Santo Domingo es la joya de la corona del románico soriano. Sin quererlo, destaca su equilibrio y armonía ante una decoración sin fin a base de hojas, animales fantásticos y personajes. Todo ello cumpliendo con la labor didáctica propia de la época.
Acércate a la portada. En sus capiteles y arquivoltas verás esculpida la biblia. Esta fachada de Santo Domingo podría llamarse también la fachada de la biblia en piedra.
Una vez que te hayas maravillado con cada uno de los sillares que la componen, sin olvidarte de la torre, es el momento de pasar a su interior, cuya austeridad, contrasta con su exuberancia exterior.
POR QUÉ SE CONSTRUYÓ LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO:
En la fachada de Santo Domingo destacan dos figuras sedentes que dan lugar a distintas conjeturas.

A ver cuándo tengo tiempo y puedo hacerme con algún escritor del siglo XV o XVI y averiguar qué es lo que dice acerca de estas dos esculturas.
Lo único que tengo claro es que todos los escritores del siglo XX se decantan por definirlas como los reyes Don Alfonso VIII de Castilla y doña Leonor de Plantagenet, duquesa de Aquitania.
NIÑEZ DEL REY ALFONSO VIII:
Don Alfonso quedó huérfano con menos de tres años de Padre, el rey de castilla don Sancho III el Deseado. Se cree que terminó muriendo de pena ante el fallecimiento de su esposa doña Blanca Garcés de Pamplona. Sabiendo que llegaba su hora, don Sancho dispuso que don Gutierre Fernández de Castro fuera el tutor del pequeño rey.
Todo habría ido con normalidad, si no fuera porque a la familia Lara no le gustó para nada dicha designación. Hubo entre ellas grandes disturbios cuando Gutierre descubrió que los Lara habían conseguido la custodia del pequeño Alfonso.
Esto es precisamente lo que necesitaba el rey de León, don Fernando II. Creía que la debilidad de la nobleza soriana a la hora de resolver sus disputas, le facilitaría el hacerse con el niño y así arrebatarle el trono. Tanto insistió en entrevistase con los caballeros de la Casa de los Linajes que, al final, le abrieron las puertas de la ciudad y le permitieron alojarse en la casa de la familia de los San Clemente.
Con lo que no contaba don Fernando era con la lealtad absoluta de la nobleza soriana hacia los monarcas castellanos y, viendo que la pugna por el pequeño se agravaba, para evitar que don Fernando lo raptara, don Pedro Núñez de Fuente Armejil, de la casa de los príncipes de Osma, parientes de los Lara y los Santa cruz, salió de madrugada de Soria a todo galope con el pequeño. Llegaron a San esteban de Gormaz, continuaron hacia el castillo de Atienza y al final, el pequeño Alfonso se quedó en Ávila hasta los 13 años.
RECONOCIMIENTO POR LA LEALTAD SORIANA A LA CORONA CASTELLANA:
Don Alfonso, con 14 años, casó con doña Leonor de Plantagenet, duquesa de Aquitania, en Tarazona en el año 1170. Y este mismo año comenzó la construcción de la iglesia de Santo Domingo.
Por ello se cree que las figuras sedentes corresponden a ambos monarcas. No sólo por las influencias francesas en la fábrica de la iglesia, sino también porque, construyendo dicha iglesia, que por cierto, en su momento se llamaba parroquia de Santo Tomé, al lado de la parte de la muralla defendida por el Linaje de los Chancilleres, les agradecía todo lo que hicieron por protegerle durante su niñez.
Amén de las distintas prebendas que ofreció el monarca a los linajes y que, hasta el siglo XIX, época en que desapareció la Casa de los Doce Linajees, todos los reyes han respetado y satisfecho.
AGRADECIMIENTOS:
Mi más sincero agradecimiento a don Amalio de Marichalar y Bruguera, conde de Ripalda, por haber escrito este libro: Iglesia Románica de Santo Domingo. Antigua iglesia de Santo Tomé.
Todo aquello que va en cursiva y no alude a ningún escritor concreto, procede de las páginas de dicho libro.
Me parece indispensable para poder visitar la iglesia de Santo Domingo y conocerla en todo su esplendor.
Da gusto acudir con él en la mano para no perder detalle y conocer la interpretación que la gente del Medievo hacía de sus alegorías escultóricas.
Por otra parte, me ha sorprendido muy gratamente descubrir que los Doce Linajes no se pierden en el tiempo, sino que sus descendientes llevan con orgullo el apellido de una parte de la historia soriana, como es el caso del Linaje de Los Chancilleres, cuyo recuerdo descansa ahora en la familia de Marichalar.
Desde este humilde blog les animo a volver a editar el libro para que todo turista que desee conocer un poquito mejor la iglesia de San Domingo y la misma historia de la ciudad de Soria, puedan hacerlo a través de sus páginas.